viernes, 22 de diciembre de 2017

Lo que el Buda Enseñó


Imagen relacionadaUna pregunta que a menudo ronda la mente del estudiante moderno de Budismo es “¿Qué enseñó el Buda?” La respuesta corta, me parece, es algo como “¿Quién sabe?” Es como preguntar “¿Qué es un árbol?” (o cualquier otra pregunta, según el caso). Simplemente no se puede llegar a lo que algo realmente es. Todo lo que se puede decir es lo que parece desde esta perspectiva o ese punto de vista, lo que, cuando piensas en eso, es decir mucho más sobre nosotros mismos que sobre el árbol, o sobre lo que el Buda realmente enseñó.

Podemos mirar un árbol en términos de su biología o química, su forma, especie, color, la belleza que evocan sus hojas en el otoño, en medio de la brisa. Es una casa para ardillas, una amenaza para la fundación de un hogar cercano, un lugar de alimentación para insectos y aves. Es una cosa para el carpintero y otra para el ser humano común, y otra cosa más para el niño de 10 años con algunas tablas de madera y clavos. Podría seguir, pero creo que el punto ya es claro. Es asunto de cómo ves la cuestión.
Lo mismo se podría aplicar a nuestro entendimiento de lo que Buda enseñó. Tal como el científico puede sentir que tiene una perspectiva más definitiva u “objetiva” del árbol, también es el caso del experto en religión que tiende a mantener cierta autoridad de las enseñanzas de Buda, al menos en su propia mente. Incluso con una comprensión sofisticada de los asuntos filosóficos, una apreciación refinada del contexto histórico y un gran dominio de las lenguas antiguas, no hay modo de huir de la conclusión primaria del mundo postmoderno: todo significado se construye localmente. Al final del día, todas las construcciones de conocimiento son solo construcciones.
Un entendimiento de lo que el Buda enseñó se expande en toda persona que alguna vez ha oído e intentado comprender  esas enseñanzas, porque tal entendimiento es un evento local que toma lugar en un momento específico dentro de un individuo particular. Ese individuo podría estar entrenado en el estudio de religión, o en artes meditativas, o involucrado en una agenda específica, o incapaz de pensar fuera de su zona de confort… o todo lo anterior. De hecho, lo único seguro es que todo el que trate de entender lo que Buda enseñó, responderá a esa pregunta desde una perspectiva específica y limitada. De hecho, hay otra cosa que también es segura: ninguna de estas perspectivas tiene mucha oportunidad de llegar a lo que Buda realmente enseñó.
Esto no es meramente para decir “todo es relativo” y, por consiguiente, “como sea”. El cómo cada uno de nosotros construye su mundo local de significado es un asunto de gran interés. De hecho, no hay nada más importante o que merezca nuestro cuidado. Nuestro grado de sufrimiento se determina por cuán hábilmente construimos nuestro mundo interno.
¿Qué indicaciones nos dejó el Buda para ayudarnos a entender lo mejor posible aquello que él enseñó?
Para comenzar, él parece ser consciente del problema. Incluso durante su vida, la gente frecuentemente malinterpretaba su enseñanza, ya sea deliberadamente o sin proponérselo. “Hombre confundido, ¿quién te ha enseñado el dharma de ese modo?” le dice a Arittha, que trata de decir que los obstáculos en realidad no son obstáculos, y a Sati, que piensa que su conciencia sobrevivirá su muerte.  Desde los comienzos, él parece haber sido representado erróneamente de un modo regular por aquellos “que declaran como dicho por el Tathāgata aquello que no fue dicho por el Tathāgata.”
El Buda fue por tanto muy cuidadoso sobre cómo sus enseñanzas fueran transmitidas, diciendo: “Dos cosas ayudan a establecer el verdadero dharma: el decir las palabras de modo correcto, y el interpretar el significado de modo correcto.” Y, se nos dice, que en momentos de duda sobre si un profesor está transmitiendo de modo preciso las doctrinas del Buda, “Sus palabras y frases deberían ser cuidadosamente estudiadas y comparadas con los sutras, y revisadas a la luz de la práctica.”
La primera parte de este consejo es un asunto de precisión histórica, erudición crítica y un cierto grado de sentido común. La segunda parte, en cambio, que se relaciona con “la correcta interpretación del significado” y “la revisión a la luz de la práctica” es enteramente otro asunto, y precisa un tipo diferente de habilidades.
El dharma se supone que debe ser llevado a la acción. Es un modelo para cómo reorganizar la función de la mente y el cuerpo en el momento presente, y como tal su significado solo puede ser recobrado si es puesto en uso. La mejor respuesta a la pregunta de qué enseño el Buda, por lo tanto, será encontrada no en los textos sino en la experiencia. Es importante el dirigir la atención de un modo particular dentro de la experiencia, y las instrucciones para cómo hacerlo están en los textos. Pero el significado de las enseñanzas del Buda, que esencialmente está en las conclusiones producto de esa visión correcta, solo se manifestará cuando su sabiduría sea llevada al acto de modo local, en la transformación de una persona.
Como él dijo a los Kalamas: “Cuando sepan por sí mismos que estas cosas son saludables, que al ser llevadas a cabo ayudan a inclinarse al bienestar y la felicidad- entonces, Kalamas, habiendo llegado a ellas es que deberían quedarse con ellas.” Así, la mejor manera de discernir lo que el Buda enseñó es volverse lo que el Buda enseñó. Construye cuidadosamente la balsa, de modo diligente rema hasta la otra orilla, y conviértete en alguien que conozca. 
—Andrew Olendkzi

***Traducido de: https://www.bcbsdharma.org/article/what-the-buddha-taught/

sábado, 4 de noviembre de 2017

La Orientación de las Enseñanzas del Buda


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¿Qué enseñó el Buda? Los sutras iniciales presentan las enseñanzas del Buda como la solución a un problema, que es el problema fundamental de la vida. En sánscrito y pali, el problema se nombra ‘dukkha’, que puede ser traducido aproximadamente como ‘sufrimiento’. En un pasaje Nikaya, el Buda establece que él siempre ha enseñado dos cosas: el sufrimiento y el cese del sufrimiento. Este enunciado puede ser reconocido como la orientación básica del Budismo para todas las épocas y lugares. Su clásica formulación se da por medio de las ‘cuatro nobles verdades’:


·         La verdad de la naturaleza del sufrimiento
·         La verdad de su causa
·         La verdad de la naturaleza de su fin
·         La verdad de la naturaleza del camino que lleva a su fin

Uno de los resúmenes más tempranos de las verdades es como sigue:

‘Esta es la noble verdad del sufrimiento: nacer es sufrimiento, envejecer es sufrimiento, enfermarse es sufrimiento, morir es sufrimiento; la pena, el dolor, la infelicidad y la incomodidad son sufrimiento, unirse con lo que no es querido es sufrimiento, separación de lo que es querido es sufrimiento, no obtener lo que uno quiere es sufrimiento; en suma, los cinco agregados del apego son sufrimiento.

Esta es la noble verdad del origen del sufrimiento: la sed de repetida existencia que, asociada a la satisfacción y codicia, se satisface en esto y aquello. La sed por objetos de deseo sensorial, la sed por la existencia y la sed por la no-existencia.

Esta es la noble verdad del cese del sufrimiento: la completa desaparición de esta misma sed, su abandono, el dejar ir.

Esta es la noble verdad que lleva al cese del sufrimiento: el noble óctuple camino, que es visión correcta, intención correcta, habla correcta, acción correcta, medio de vida correcto, esfuerzo correcto, conciencia correcta, concentración correcta.’

La tentación de entender estas cuatro ‘verdades’ como un tipo de ‘Credo’ Budista debe ser resistida; ellas no representan ‘afirmaciones verdaderas’ que uno debe aprobar intelectualmente al volverse Budista. Parte del problema aquí es la palabra ‘verdad’. La palabra ‘satya’ (‘sacca’ en pali) puede de hecho significar ‘verdad’, pero también puede ser reconocida como ‘real’. Esto es, no estamos lidiando aquí con verdades proposicionales con las cuales debemos estar de acuerdo o no, sino con cuatro ‘realidades’ cuya naturaleza, se nos dice, el Buda finalmente entendió en la noche de su despertar. Las enseñanzas del Buda entonces establecen que el sufrimiento, su causa, su final y el camino para legar a su final son realidades que no llegamos a ver tal como son, y esto es tan cierto para el Budista como el no-Budista. El Budista es simplemente alguien comprometido a tratar de seguir las prescripciones del Buda para llegar a ver estas realidades tal como son. Esto significa que estas descripciones funcionan no tanto como dogmas de la fe Budista sino como un conveniente marco conceptual que le da sentido al pensamiento Budista. Por lo tanto, desde cierto punto de vista, cualquier fragmento de teoría budista puede ser considerado en relación con el análisis de una de las cuatro verdades.

***Traducido de: "The Foundations of Buddhism", de Rupert Gethin, cap 3.

viernes, 29 de septiembre de 2017

3 Maneras de Inspirar a que los Niños Compartan


Recientemente me topé con una reinvención de uno de mis caramelos favoritos de infancia, el chicle de fruta. Al comer uno, me siento como de ocho años de nuevo. Recuerdo guardarme todos los chicles de fresa para mí y compartir los de limón y naranja, que menos quería, con mis hermanas. Después de todo, compartía.


Resultado de imagen para niños compartir¿Pudieron mis padres haber hecho algo para animarme a ser más generoso? Un nuevo estudio dice que sí.

¿Cuándo es más probable que los niños compartan?
Se encontró, primeramente, que el ambiente importa- en otras palabras, el comportamiento del niño es formado por lo que otras personas dicen o hacen. Si los niños en el estudio escuchaban sugerencias que animaran a ser egoísta, ellos tendían a serlo. Los niños son proclives a compartir bajo ciertas condiciones, sugiere un reciente estudio de Katherine McAuliffe y colegas.

Como se podría esperar, los niños que no oyeron ninguna sugerencia sobre qué compartir no fueron tan egoístas como los que oyeron la sugerencia de solo dar una pequeña fracción de sus chicles.

La edad hacía una diferencia, también. Niños más pequeños eran más propensos a seguir las sugerencias, pero los mayores daban más que los menores. Aunque los niños raramente daban todos sus caramelos cuando se les aconsejaba hacerlo, los niños mayores compartían la mitad de sus caramelos más a menudo que los pequeños.
¿Pero los niños responden más a las pistas de los adultos o de otros niños? En otro estudio, Azzura Ruggeri y sus colegas presentaron una situación parecida a niños de 9 a 23 años de edad, en diferentes circunstancias: decidir cuántos chocolates compartir. ¿El resultado? Los niños de 9 años estaban más influenciados por los adultos que por los pares, pero lo contrario sucedía para el grupo que entraba a la adolescencia. Los adolescentes también experimentaban una mayor relación entre sus valores, acciones y emociones: los que compartían al menos tanto como creyeron que era justo, eran más felices comparados con los adolescentes que compartieron menos de lo que creyeron que era justo.

Esta coherencia comienza a desarrollarse a una edad temprana, de acuerdo con otro reciente estudio hecho por Markus Paulus y Chris Moore con niños de 6 años de edad. Encontraron que los niños esperaban estar más contentos cuando decidían compartir que cuando decidían no hacerlo.

También descubrieron que los niños que se sentían más tristes cuando no compartían dieron de modo más generoso en oportunidades de compartir posteriores, a comparación de los niños que se sintieron menos tristes. De acuerdo a Paulus and Moore, esto podría explicar una posible motivación para que los niños compartan: el anticipar un sentimiento de “calidez” que viene con el ser generoso.

¿Qué podrían significar estos descubrimientos para los padres?

Considerados en su totalidad, estos descubrimientos sugieren pautas bastante específicas para los padres, en el momento de incentivar a sus hijos a compartir.

Los padres pueden influenciar las decisiones que sus hijos hacen con respecto al dar- pero no deberían llevarlo a los extremos

Los niños responden a las sugerencias establecidas claramente y que sean amables acerca de lo que es aceptable cuando se trata de compartir. En el estudio anterior, los investigadores introdujeron sus sugerencias generosas o egoístas diciendo “La mayoría de niños da…”

Los niños también son dóciles ante las sugerencias que están de acuerdo con lo que ellos ya creen que es apropiado. Incitarlos a compartir más del 50/50 puede llegar a un terreno de injusticia. El reconocer los límites superiores al establecer reglas ayuda a los padres a anticipar la generosidad de sus niños.
Considera la edad de tu hijo
La conducta de compartir cambia a medida que los niños crecen. El reconocer las diferencias de edades ayuda a los padres a establecer expectativas apropiadas y posibles de lograr por parte de sus hijos. El tener en mente que es más fácil persuadir a niños pequeños a que sean egoístas y a niños grandes a que sean generosos ayuda a los padres a tener metas coherentes con el desarrollo de sus hijos.
La conducta de compartir cambia a medida que crecemos
Cuando se trata de tomar decisiones sobre el compartir, los adultos influyen más en los niños pequeños, mientas que los amigos influyen más en los adolescentes. Los padres de adolescentes deberían tratar resaltar momentos inspiradores de generosidad de jóvenes de edad similar, para fomentar la motivación positiva, en lugar de dar un juicio negativo o hacer una comparación.
¿Cómo se siente el niño en ese preciso momento?
Las conversaciones de padres e hijos sobre compartir que involucren el modelar cómo hablar acerca de las emociones, pueden enriquecer el vocabulario que el niño tiene acerca de las emociones, lo que a su vez puede promover mayor conciencia de sí mismos y los demás. Esto puede dar a los niños oportunidades para interpretar e interiorizar el impacto de la generosidad propia y de los demás- por ejemplo, notando las emociones positivas que el dar puede incitar en la persona que da y la que recibe, y tal vez algunas de las emociones negativas que nos desanimar de compartir. Los padres que notan y expresan aprobación ante los actos de generosidad de sus niños y de otros niños tienen el potencial de reforzar las decisiones que sus hijos toman para compartir. De este modo, ¿habría yo compartido más chicles si mis papás hubieran aplicado estas ideas? Tal vez no en ese momento específico, pero con constancia y al largo plazo sí hubiera tenido un impacto. ¡En estos días, a duras penas me guardo todos los caramelos para mí mismo!
**Traducido de: https://www.mindful.org/3-ways-inspire-kids-share/

sábado, 27 de mayo de 2017

¿Quién es Buda? (II)

LA PRIMERA NOBLE VERDAD
Resultado de imagen para siddharta gautamaLos 2 maestros anteriores de Shakyamuni, Udraka y Arada Kalama, murieron solo unos días antes de todo esto, así que buscó a los 5 ascetas que lo habían dejado. Cuando lo vieron acercarse al Parque de los Ciervos en Benares, decidieron ignorarlo ya que había roto sus votos. Sin embargo, vieron algo tan radiante en su presencia que se levantaron, prepararon un asiento, lavaron sus pies y oyeron a Buda mientras hacía girar la rueda del Dharma, las enseñanzas, por vez primera.
La Primera Noble Verdad de Buda establecía que toda vida, toda existencia, está caracterizada por duhkha. La palabra sánscrita significa sufrimiento, dolor, lo insatisfactorio. Incluso los momentos de felicidad tienen un modo de volverse dolor cuando nos aferramos a ellos, o, una vez que han pasado a nuestra memoria, afectan al presente ya que la mente hace un intento inevitable de recrear el pasado. La enseñanza de Buda se basa en una comprensión intuitiva de la naturaleza de la existencia. Es una crítica radical al optimismo y las muchas tácticas de escapismo- ya sea a través de la utopía, las terapias psicológicas, el simple hedonismo o (y esto es lo que distingue principalmente al Budismo de la mayoría de las religiones mundiales) la salvación teísta del misticismo.
EL SUFRIMIENTO ES VERDADERO
Duhkha es noble, y es verdadero. Es una base que debe ser comprendida totalmente, y no algo de lo que escapar o algo que tenga que ser explicado. La experiencia de dukkha, del funcionamiento de la mente propia, lleva a la segunda Noble Verdad, el origen del sufrimiento, tradicionalmente descrito como aferramiento, deseo por el placer, pero también y más fundamentalmente un deseo por existencia continua, así como de no existencia. La examinación de la naturaleza de este deseo lleva al corazón de la Segunda Noble Verdad: la idea del “yo”, con todos sus deseos, esperanzas y miedos, y es solo cuando este “yo” es comprendido y visto como insustancial que la Tercera Noble Verdad, el cese del sufrimiento, se ve realizada.
LA PRIMERA SANGHA
Los 5 ascetas que oyeron el primer discurso de Buda en el Parque de los Ciervos se volvieron el núcleo de una comunidad, una sangha, de hombres (las mujeres ingresarían luego) que seguían el camino que Buda había descrito en su Cuarta Noble Verdad, el Noble Óctuple Camino. Estos bikkhus, o monjes, vivían de modo simple, teniendo como posesiones un plato, una túnica, una aguja, una botella de agua y una navaja, ya que se rasuraban la cabeza como un signo de haber dejado sus casas. Viajaron por el noreste de la India, practicando la meditación solos o en pequeños grupos, mendigando comida.
La enseñanza de Buda, sin embargo, no era solo para la comunidad monástica. Shakyamuni había instruido a los ascetas a que la difundieran a todos: “Vayan, Oh bikkhus, para el beneficio de muchos, para el bienestar de muchos, en compasión por el mundo, por el bien, para el bienestar de dioses y hombres.”
Por los siguientes 45 años, Shakyamuni caminó por las villas y pueblos de la India, hablando en lengua nativa, usando figuras comunes de habla, de modo que todos pudieran entenderlo. Enseño a un aldeano a practicar la atención plena mientras sacaba agua del pozo, y cuando una madre desesperada le pidió que curara al niño muerto que llevaba en brazos, él no hizo ningún milagro, sino que le dijo que trajera una semilla de mostaza de una casa donde nadie hubiera muerto. Ella volvió con las manos vacías, pero con el conocimiento de que la muerte es universal.
MUERTE E IMPERMANENCIA
A medida que la fama de buda se dispersaba, reyes y otros auspiciadores ricos donaron parques y jardines para realizar retiros. Buda los aceptó, pero contunió viviendo como había hecho desde sus 29 años: como un sadhu caminante, mendigando su plato, pasando sus días en meditación. Solo que ahora había una diferencia: casi a diario, luego de su almuerzo, Buda enseñaba. Ninguno de estos discursos, o las preguntas y respuestas que siguieron, fueron registradas durante la vida de Buda.
Buda murió en el pueblo de Kushinagara, a la edad de 80 años, habiendo comido un platillo de cerdo u hongos. Algunos de los monjes reunidos estaban deprimidos, pero Buda, echado de lado, con la cabeza descansando, les recordó que nada es para siempre, y les aconsejó que tomaran refugio en sí mismos y en el Dharma, la enseñanza. Les preguntó si tenían preguntas de último momento. No hubo ninguna. Entonces, dijo sus palabras finales: “Ahora, bbikhus, les digo: todas las cosas compuestas están sujetas a decaer, trabajen a consciencia.”
La primera estación lluviosa después del parinirvana de Buda, se dice que 500 ancianos se juntaron en una caverna montañosa cerca de Rajagriha, donde llevaron a cabo el Primer Concilio. Ananda, quien había sido el asistente de Buda, repitió todos los discursos, o sutras, que había oído, y Upali recitó las 250 reglas monásticas, el Vinaya, mientras Mahakashyapa recitó el Abhidharma, el compendio de psicología y metafísica Budista. Estas 3 colecciones, que fueron escritas en hojas de palma unos siglos después y conocidos como el Tripitaka (literalmente “tres canastas”), se volvieron la base de las versiones posteriores del canon Budista.
**Traducido de: http://tricycle.org/magazine/who-was-buddha-2/

martes, 23 de mayo de 2017

¿Quién es Buda? (I)


Resultado de imagen para siddharta gautamaBuda, o Siddhartha Gautama, nació alrededor del 567 AC, en un pequeño reino al pie de los montes Himalayas. Su padre fue un jefe del clan Shakya. Se dice que 12 años antes de su nacimiento, los brahmins profetizaron que se convertiría en un monarca universal o un gran sabio. Para evitar que se convirtiera en un asceta, su padre lo mantuvo dentro de los confines del palacio. Gautama creció en medio de lujos, protegido del mundo externo, entretenido por bailarinas, instruido por brahmins, entrenado en arquería, el manejo de la espada, lucha, natación y carreras. Cuando llegó a la mayoría de edad, se casó con Gopa, quien dio a luz a un niño. Él lo tenía todo, como podríamos decir actualmente. Sin embargo, no era suficiente. Algo, tan persistente como su propia sombra, lo llevó hacia el mundo detrás de los muros del castillo. Ahí, en la calles de Kapilavastu, encontró un hombre enfermo, un hombre anciano y un cadaver que era llevado al cementerio. Nada en su vida de comodidades lo había preparado para esta experiencia. Su cochero le dijo que todos los seres están sujetos a la enfermedad, la vejez y la muerte. No pudo descansar.

Al regresar a palacio, pasó cerca de un asceta que caminaba pacíficamente junto al camino, usando una túnica y llevando un plato de comida. Es ahí cuando Siddharta resuelve dejar el palacio en busca de la respuesta al problema del sufrimiento. Luego de darles a su esposa e hijo una despedida silenciosa sin despertarlos, cabalgó hacia el límite del bosque. Ahí se cortó el cabello con una espada e intercambió sus finas ropas con las sencillas túnicas de un asceta.
ENCONTRANDO LA LIBERACIÓN
De este modo, Siddharta Gautama se unió a un tipo de hombres que dejaron la sociedad india para encontrar la liberación. Había una variedad de métodos y maestros, y Gautama investigó muchos- ateístas, materialistas, idealistas y dialécticos. El profundo bosque y los mercados estaban vivos con los sonidos de miles de discusiones y opiniones, no como en nuestro tiempo.
Gautama finalmente se estableció para trabajar con dos maestros. De Arada Kalama, que tenía 300 discípulos, aprendió a cómo disciplinar su mente y así entrar en la esfera de la nada. Pero incluso aunque Arada Kalama le pidió que se quedara y enseñara como su igual, Siddharta reconoció que esto no era la liberación, y se fue. Luego, aprendió a entrar en la concentración de la mente, que no es ni consciencia y inconsciencia, con Udraka Ramaputra. Pero esto tampoco era la liberación y Siddharta dejó a su segundo maestro.
Siddharta practicó austeridades y concentración durante 6 años, en compañía de 5 ascetas. Vivió sin descanso, comiendo solo un grano de arroz diario, forzando la mente sobre el cuerpo. Sus costillas sobresalían en su pecho y parecía más muerto que vivo.
EL CAMINO MEDIO
Sus 5 compañeros lo dejaron luego de que tomara la decisión de comer algo de comida sustanciosa y abandonar el ascetismo. Luego, Siddharta entró en una villa en busca de comida, donde una mujer llamada Sujata le ofreció un plato de leche y un recipiente con miel. Su fuerza regresó y Siddharta se lavó en el río Nairanjana, para dirigirse hacia el árbol Bodhi. Puso una manta en el piso, se cruzó de piernas y se sentó ahí.
Se sentó, habiendo escuchado a todos los maestros, estudiado todos los textos sagrados y tratado todos los métodos. Ahora no había nada en qué confiar o nadie a quien mirar ni un lugar al cual ir. Se sentó sólidamente y determinado como una montaña, hasta que, luego de 6 días, abrió los ojos ante el lucero de la mañana y se dio cuenta que había estado buscando algo que nunca había estado perdido, ni para él ni para nadie más. Por lo tanto, no había nada qué lograr y ninguna lucha para lograrlo.
“Maravilla de maravillas”, se dice que dijo, “esta iluminación es la naturaleza de todos los seres, y sin embargo estos son infelices por no tenerla.” De este modo, Siddhartha Gautama despertó a la edad de 35 años para convertirse en el Buda, el Despierto, conocido como Shakyamuni, el sabio de los Shakyas.

Por 7 años disfrutó de la libertad de la tranquilidad de la liberación. Al inicio no tenía inclinaciones para hablar sobre sus conclusiones. Sentía que sería demasiado difícil de entender para la mayoría de la gente, pero, de acuerdo con la leyenda, Brahma, jefe de los 3000 mundos, pidió que el Despierto enseñara, ya que habían aquellos “cuyos ojos estaban solo un poco nublados.” Buda aceptó.
(continuará...)

jueves, 11 de mayo de 2017

3 Maneras Simples de Calmar a una Mente Ocupada


Cuando tu mente se llena de demasiados pensamientos, acá tienes 3 maneras sencillas para encontrar un poco de quietud mental.


Resultado de imagen para mente ocupadaCalmar la mente no es lo mismo que silenciarla. Cuando calmamos nuestra mente,ponemos nuestro diálogo mental a un lado- le damos un descanso, de modo que podemos estar alerta, relajados y abiertos al momento frente a nosotros. Experimenta con estos tres sencillos consejos y mira qué puedes notar.

1. Trabaja con tu cuerpo
Investigaciones muestran que hay una relación inversa entre una mente ocupada y estar presente con tu cuerpo. Sólo realiza un escaneo suave de tu cuerpo, desde los dedos de los pies, pasando por las caderas, torso, brazos, cara y cabeza. Nota si hay tensión en algún lugar. Si lo hay, solo deja que se suavice- estira suavemente o ajusta tu cuerpo de un modo que lo logre.

2. Rodéate de verde
si estás en la oficina todo el día o en un área llena de concreto de una ciudad grande, trata de poner más vegetación alrededor tuyo (los invernaderos cuentan si no hay un parque cerca). Encuentra maneras de salir a áreas que tengan más naturaleza. También, si hay luz solar, 20 minutos es algo bueno para tener una mayor resiliencia y sentido de bienestar.

3. Juega
Sí, los juegos no son solo para niños. Jugar es un antidepresivo natural; crea resiliencia, nos ayuda a integrarnos al aprender más. Encuentra formas de jugar. Es saludable para ti, te ayudará a enfocarte más y a ser más productivo- ya sea en el suelo con niños, o haciendo cosas que normalmente no te das permiso de hacer, o viendo un video gracioso. Lo que sea.


jueves, 4 de mayo de 2017

Práctica de Mindfulness: Viendo detrás del Mal Comportamiento


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Cuando simplemente sabes que un niño o adolescente necesita ayuda y las circunstancias parecen incómodas, te hacen sentir nervioso, o se siente como si fuera mejor dejárselo a los demás, considera el practicar lo siguiente: “observar el premio” detrás de la conducta de un niño, al llegar a su parte vulnerable que dio pie a la situación en primer lugar. Este punto suave es realmente “el premio”, porque si ayudas al niño o adolescente a mantenerlo con compasión, cosas increíbles pueden aparecer.



1. Establece presencia consciente. Nota sensaciones de ansiedad, incomodidad o frustración que se estén mostrando en tu cuerpo a medida que te acercas al niño o adolescente. Deja que las sensaciones sean tal como son. Respira en base a ellas.

2. Recuerda… este niño está sufriendo, y no eligió esto (e incluso si estuvieran haciendo algo negativo o disruptivo “a propósito” en ese momento, él no se despertó en la mañana con un plan maestro para meterse con todos).

3. Intervén desde el “punto cero” (por ejemplo, deja todo lo que tengas que hacer y enfócate en lo que más importa para esta personita). Intervén así:

  • Viendo la “verdad” (por ejemplo, estableciendo específicamente lo que veas que sucede, sin etiquetas ni juicios: ¿Qué está el niño o el adolescente haciendo?).
  • Diciendo lo que es verdad para ti (por ejemplo, diciendo que estás preocupado y quieres ayudar, dar apoyo, escuchar, etc.).
  • Diciendo lo que es verdad para ellos (por ejemplo, diciendo que no tienes modo de saber lo que se siente para ellos, pero que tienes curiosidad y que estás dispuesto a escuchar sin juzgar o con una sensación de que el niño es “malo”).
  • Siendo la verdad (por ejemplo, escuchando realmente para entender de verdad al niño o adolescente, sin decir nada. También, haciendo acciones que den apoyo, aboguen o den ayuda a ellos; y siendo un modelo de flexibilidad, coraje y compasión con tu propia conducta).


4. Empodera el niño o adolescente, dejándoles saber que tienes confianza de que ellos puedan manejar la situación, que está bien el aceptar ayuda y que siempre tienen a la mano la opción sobre cómo experimentar y expresar lo que es difícil para ellos.

sábado, 29 de abril de 2017

En lugar de Castigos, esta escuela enseña Mindfulness y Yoga- con Impresionantes Resultados


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Allá en los 70s, durante mis años de escuela, recuerdo vivamente un incidente perturbador. Yo estaba en la oficina del director cuando oí a este gritarle a un alumno, detrás de una puerta cerrada. No sé lo que el alumno había hecho para estar recibiendo un trato así, pero sí recuerdo mi corazón palpitando y un sentimiento de terror de que esa ira de algún modo se dirija hacia mí. Obviamente, me salí de la oficina lo más rápido posible, aliviada de haber escapado. El asunto es que ese escenario era considerado bastante “normal”. Felizmente, el castigo corporal no era practicado en mi escuela, lo que hubiera sido mucho más aterrador.
Desafortunadamente, en la actualidad muchos alumnos se pueden sentir relacionados con esta historia. El castigo corporal existe en 19 estados de los EEUU, con muchas escuelas usando medidas cada vez más duras para lidiar con alumnos indisciplinados. Sin embargo, los estudios han mostrado que el castigo físico y verbal simplemente no funciona- ambos causando problemas de conducta en el largo plazo. Tiene que haber una mejor manera- y una organización establecida en Baltimore cree haber encontrado la respuesta: habilitar a las comunidades y escuelas a través del yoga, el mindfulness y las prácticas de autocuidado.

Cambiando Vida Jóvenes para Bien con Prácticas de Mindfulness

“Imagina esto: en lugar de mandar a tus niños a su habitación pateando y gritando, alejarlos de su iPad por una semana, darles un tiempo en la esquina de la sala, les pides que pasen unos minutos solos a meditar y trabajar con la ira, la frustración y otras emociones que les causen esas conductas.

“Esta nueva forma de disciplina es ahora un gran éxito en muchos colegios, los cuales están viendo algunos grandes cambios entre los alumnos.”
*Sandi Schwartz en “¿Puede la Enseñanza de Mindfulness en Niños reemplazar a los Métodos disciplinarios?”

El colegio Robert W. Coleman en Baltimore, EEUU, no tiene un salón de detención o una política de castigo activo para los niños indisciplinados. En lugar de eso, hay un salón de Momento Consciente, donde los alumnos son incentivados a participar de prácticas de respiración o meditación para “calmarse y recentrarse.” También se les da la oportunidad de hablar sobre lo que pasa con asistentes especialmente entrenados.

Creado en cooperación con la Fundación de Vida Holística, una ONG local que se enfoca en nutrir el bienestar de niños y adultos en comunidades poco favorecidas, el salón de Momento Consciente ha reducido significativamente las tasas de suspensiones- con exactamente cero en 2015, y ninguna en lo que va del año. Durante más de diez años, la fundación también ha llevado a cabo el programa “Yo Holístico”, que ofrece mindfulness y yoga después de clases para niños desde el pre kínder hasta el quinto grado.

El salón de Momento Consciente está lleno de lámparas, cojines y bolsas de frijoles- muy diferente de los salones de detención sombríos y sin ventanas del pasado. Esencialmente, es un espacio donde los estudiantes están a salvo y apoyados mientras aprenden ejercicios de respiración, meditación y mindfulness.

“Es genial,” dice Kirk Philips, el coordinador de “Yo Holístico”, en el colegio Robert W. Coleman. “No esperarías que niños pequeños estuvieran meditando en silencio, pero ellos sí lo hacen.”

No solo se han eliminado las suspensiones, sino que los alumnos mismos están reconociendo los beneficios del programa.

“Antes de un examen, un alumno de quinto grado habla de usar técnicas de respiración: “Inspiré profundamente para calmarme y terminar la prueba. Cuando todos alrededor tuyo están haciendo mucho ruido, solo trata de ser tú mismo, respira.”

Otro alumno usaba los ejercicios que aprendió en el programa cuando estaba molesto en su casa.“Esta mañana me molesté con mi papá, pero recordé respirar y no grité.”

Andrés Gonzales, co-fundador de la la Fundación de Vida Holística, agrega:
“Los padres nos han dicho: ‘llegué a casa estresado el otro día, y mi hija me dijo ‘Mamá, necesitas sentarte. Te voy a enseñar cómo respirar.’ “

La fundación también hace seguimiento tutorial a los niños, mientras los educa acerca del medio ambiente. Los alumnos se involucran en la limpieza de parques cercanos, crear jardines y visitar granjas locales. Ellos también entrenan a los niños a ayudar a llevar a cabo clases de yoga como profesores adjuntos.

No importa el modo en que veamos estos programas de mindfulness, yoga y empoderamiento, son una apuesta ganadora- para los alumnos, el colegio y la comunidad en conjunto.


**Traducido de http://www.bbncommunity.com/instead-punishment-school-teaches-mindfulness-yoga-stunning-results/

martes, 25 de abril de 2017

Cómo tener una Mejor Amistad con Nosotros Mismos

Pasamos mucho tiempo pensando en nuestros amigos, y asegurándonos de que ellos se sienten apoyados. Sin embargo, cuando caemos en el ritmo de una ocupada vida social puede que de modo inconsciente ignoremos a la parte más necesaria de apoyar a nuestros amigos: aprender cómo ser nuestro propia/o amiga/o.

Resultado de imagen para autoestimaEn una amistad valorada, somos conscientes de ser tan cariñosos y sabios como podemos, para mantener nuestra relación en buenos términos, pero a menudo no nos damos a nosotros mismos el mismo tipo de atención y cuidado.

Aquí tienes las dos más importantes maneras en que puedes hacer mejor amistad contigo misma/o:

  • Acepta que ya eres suficientemente buena/o- y trabaja sobre la base de lo que está funcionando.

 Un amigo la pasa más fácilmente leyendo situaciones y evitando trampas emocionales que la parte involucrada (tú). En tiempos difíciles, puede ser más fácil para ellos el notar cómo piensas y sientes, por lo tanto, cualquier sugerencia sensata o propuesta pertinente que un amigo te haga, está basada en cuán bien te conoce: tu pasado, tu pasado y tu personalidad. No es porque piense que tiene la respuesta y quiera cambiarte, sino porque se preocupa por ti y te quiere ayudar a lidiar con los retos de tu vida.

En el seguro y cómodo ambiente que te da, puedes sentirte libre de ser quien eres y expresar alegría y pena, cometer errores sin sentir miedo de perder tu dignidad (o su amistad). Los buenos amigos nos ayudan a crecer a través de la aceptación. Podemos practicar el aplicar ese tipo de simpatía e imaginación a nosotras/os mismas/os.

  • Sé compasiva/o cuando cometas errores


Los buenos amigos nos escuchan, incluso cuando tenemos un montón de quejas e ideas al azar. Una interacción gratificante entre amigas/os crea una conexión fuerte y construye empatía.

Un buen amigo nos recuerda que errar, fallar, y echar las cosas a perder no es lo peor que puede pasar en el mundo. Si puedes reconfortar a un amigo diciendo “no te preocupes” y “está bien,” puedes dirigirte a ti misma/o y hacer lo mismo- ¡no seas mezquina/o con esas palabras cálidas y de apoyo! Intenta algo de auto-compasión y aprende cómo construir una mejor relación contigo misma/o.


**Traducido de http://www.mindful.org/how-to-be-a-better-friend-to-yourself/

viernes, 21 de abril de 2017

Tres Maneras de Practicar el Perdón


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El sentido de bienestar psicológico y espiritual que viene de practicar el perdón viene directamente porque esta práctica nos lleva al límite de lo que podemos aceptar. Estar al límite es un reto, es doloroso y transformador. El proceso de perdonar demanda coraje y un continuo recuerdo de dónde yace nuestra más profunda felicidad. Como dijo Goethe, “Nuestros amigos nos muestran lo que podemos hacer, nuestros enemigos nos muestran lo que debemos hacer.”

Sin duda es todo un proceso, lo que significa que mientras reflexionas, muchas emociones conflictuadas afloran: vergüenza, ira, sentido de traición, confusión o duda. Trata de permitir que tales estados aparezcan sin juzgarlos. Reconócelos como ocurrencias naturales y luego regresa amablemente a tu atención a la reflexión sobre el perdón.
La reflexión se hace en tres partes: pedir perdón a aquellos a los que has dañado, ofrecer perdón a aquellos que te han dañado y ofrecer perdón a ti mismo. Siéntate cómodamente, cierra tus ojos y deja que tu respiración sea natural y no la controles. Comienza con la frase (silenciosa o no, como prefieras): “Si he herido o dañado a alguien, a propósito o no, pido su perdón.” Si diferentes personas, imágenes o escenas aparecen en tu mente, libera el dolor de la culpa y pide su perdón: “Pido tu perdón.”
Después de un tiempo, puedes ofrecer perdón a aquellos que te han hecho daño. No te preocupes si no hay apuro por un sentimiento de amor: esto no se supone que deba ser una experiencia artificial, sino más bien una manera de hacer honor a la poderosa intención de nuestras mentes. Estamos rindiendo honores a nuestra máxima habilidad de dejar ir y comenzar de Nuevo. Estamos reforzando la capacidad que tiene el corazón humano para cambiar, crecer y amar. “Si alguien me ha dañado o herido, a propósito o casualmente, los perdono.” Y, a medida que diferentes pensamientos o imágenes vienen a tu mente, continúa recitando “te perdono.”
Al final, dirigimos nuestra atención al perdón hacia nosotros mismos. Si hay maneras en las que te has dañado, no amado a ti misma/o, o no has estado a la altura de tus expectativas, este es el momento de dejar ir la falta de amabilidad hacia ti debido a lo que has hecho. Puedes incluir cualquier dificultad para perdonar a otros que hayas descubierto en tu parte anterior de esta misma reflexión- que no es un motivo para ser duro contigo misma/o. “Por todas las maneras en los que me he dañado o herido, a propósito o sin saber, me ofrezco perdón.”
Continúa esta práctica como una parte de tu meditación diaria, y permite a la fuerza de la intención trabajar a su propio modo y tiempo.

**Traducido de: https://tricycle.org/trikedaily/three-ways-practice-forgiveness/

viernes, 14 de abril de 2017

¿Por qué la Meditación me motiva a seguir practicando?

Puede que yo no sea el mejor candidato para motivar a otros a meditar. Incluso como un meditador dedicado con años de experiencia, me escondía detrás del sarcasmo y el humor hasta que perjudicó mi propia vida, destrozó mi autenticidad y me volvió un tonto poco sincero y de muecas burlonas que yo creía que era un tipo  de antihéroe Budista, incorrectamente.
Resultado de imagen para meditarHe estado trabajando con un profesor por casi siete meses a la fecha, estudiando diligentemente y sentándome casi a diario. Mientras no parezco estar completamente iluminado e irradiar una beatitud arrasadora, definitivamente ha habido cambios notorios y resultados positivos que me animan a seguir con esto.
Una vez que decidí confiar en la meditación y dejarle que haga lo suyo, las paredes protectoras que puse comenzaron a caer, y más importante, la barrera entre mí y yo mismo comenzó a desaparecer. Esto no pasó inmediatamente, y el proceso no está completo, pero ahora puedo sentir la luz del día en mi rostro y en mi corazón. Ningún amable-pero-fiero maestro me puso un arma espiritual en mi cabeza y gritó “¡Deja de ser un cretino!” (Aunque tal vez hubiera ayudado.) Elegí ver más profundamente y aceptar lo que encontré, sin importar cuándo lo odiara o cuán duro fuera de dejar, de modo que pudiera experimentar al mundo y a mí mismo de modo más honesto.
La práctica me ha permitido ver mis hábitos, impulsos y reacciones más claramente. Mi visión interna solía ser débil y sin foco. Todo lo que pude ver cuando me veía a mí mismo era una agitada colección de caprichos negativos y vagos impulsos. La meditación consistente ha aumentado mi concentración y claridad sensorial. Es como si mi visión interna tuviera lentes ahora.
La precisión es sorprendente. En lugar de manchas sombrías, estoy separando pensamientos y emociones que antes estaban juntos, y los estudio individualmente. En lugar de una sensación nebulosa de tensión desconcertante en mi pecho, puede a menudo separar todos los componentes- miedo, ira, celos- desatarlos, y ver cómo se van flotando.
Recuerdo la primera vez que algún tipo de idea introspectiva apareció. Estoy acostumbrado a sudar en el cojín de meditación y sentirme incómodo a medida que pensamientos dolorosos aparecen. Anteriormente, solo hacía fuerza hasta que la campana sonaba, pero hace un par de meses yo estaba sentado con algo difícil, un tipo de aversión entrando en uno de mis calabozos mentales, y simplemente se fue. En lugar de un bloque sólido de hostilidad sentado ahí, vi que eran de hecho hostilidad y confusión juntas. Incluso más profundamente, había un hilo saliendo como una cuerda de cometa, y cuando seguí ese hilo a su lugar de origen, lo encontré asociado a un nudo sucio de miedo. El solo hecho de encontrar la fuente destruyó un poco de ese dolor, y hubo una repentina satisfacción ante la comprensión que ver claramente llevaba al alivio.
Tampoco es solo en el cojín de meditación. Desde que mi visión interna se ha vuelto un nerd con lentes, esta lucidez es aparente en mi vida diaria, también. A no ser que esté siendo particularmente obtuso, puedo usualmente desenredar sensaciones corporales sencillas, conversación mental e imágenes para su inspección. La habilidad para descomponer la experiencia en sus componentes es invaluable, y profundiza mi entendimiento que nada de esto es personal. Nunca es mi ira, solo es ira. No es mi irritación, simplemente es irritación. Estoy abrumado de amor, pero no es mío; es solo amor.
La práctica meditativa de modo devoto me ha llevado también hacia cierta crudeza que me hace sentir todo más aguda e intensamente. Creo que es muy normal, el mundo es un lugar duro. En algún grado, todos atenuamos nuestros sentimientos, ya sea con drogas, distancia o el humor duro que yo usaba. Es instintivo el ponerse algún tipo de chaleco de balas emocional para protegernos de la brutalidad de la vida, pero tendemos a quedarnos con el chaleco puesto, y este se hace más grueso hasta que perdemos contacto con nuestro rango completo de sensibilidad. Solo las sensaciones abrumadoras lo atraviesan, mientras todos los matices sutiles se pierden.
La ternura y la apertura tienen sus ventajas. El ser capaz de experimentar la felicidad al tope, me hace aún más feliz. Una mirada amorosa de mi esposa, el ver mi nombre en la tapa de la revista en la que escribo, todo esto me cargan con un nuevo tipo de satisfacción que es más evidente que la que solía tener.
Obviamente, el sentir todo más claramente es una espada de doble filo. La tristeza y la ira que sentía en relación al repentino deterioro de mi abuela, que sería puesta en máquinas de ayuda vital, eran asombrosas. Sin ninguna barrera entre mí y el sentimiento, es abrumador, como debe ser.
Cuando algo aparece, ya no me doy la vuelta o lo bajo con una broma. En lugar de eso, dejo que toda la concentración, claridad y ecuanimidad que he cultivado en la meditación vengan a mí. Tengo una relación completa con lo que sea que esté ahí y exploro su textura y forma hasta que se va. A pesar de cuán fuertemente estas emociones me afectan, no me siento presionado por ellas. Les permito su tiempo de vida natural, lo que significa una experiencia más rica y emotiva para mí, con menos aferramiento y aversión. La vida me está afectando más íntimamente desde que la meditación me ha suavizado, las emociones son más profundas y tristes, pero soy más hábil para aceptarlas.
Después de fracasar en la meditación diaria por años, me he dado cuenta de que un compromiso descomunal no es la respuesta. No sacudí los cielos con mi poderoso grito “¡De ahora en adelante, prometo sentarme al menos una vez al día!” En lugar de eso, me comprometo a practicar cuando lo necesite. A veces es una vez por semana. Normalmente, es a diario. A menudo, es muchas veces al día. Ocasionalmente es 10 veces durante una sesión de 45 minutos.
El trabajo duro vale la pena. Ahora que he visto los resultados, estoy contento de estar acá.

**Traducido de: https://tricycle.org/trikedaily/meditation-encourages-keep-practicing/

miércoles, 22 de marzo de 2017

5 Prácticas para Nutrir la Felicidad (Parte2)

3. Disfrute Basado en Mindfulness
El Mindfulness nos ayuda a estar en contacto con el sufrimiento, de modo que podemos aceptarlo y transformarlo, pero también estar en contacto con las maravillas de la vida, incluyendo nuestro propio cuerpo. Es entonces que el respirar se convierte en un encanto, verdaderamente.
Resultado de imagen para felicidadCuando practicamos la respiración o la caminata consciente, traemos a nuestra mente a casa en nuestro cuerpo y nos establecemos en el aquí y ahora. Nos sentimos muy afortunados, ya que tenemos muchas condiciones de felicidad que están disponibles. El Mindfulness es una fuente de felicidad.
El Mindfulness es una energía que puedes generar todo el día a través de tu práctica. Puedes lavar tus platos en mindfulness, cocinar, limpiar el piso, y puedes estar en contacto con las muchas condiciones de felicidad y disfrute que ya está disponibles. Eres un artista de verdad. Sabes cómo crear disfrute y felicidad cada vez que quieras.
4. Concentración
La concentración nace del mindfulness. La concentración tiene el poder de desaparecer las aflicciones que te hacen sufrir y permite que el disfrute y la felicidad ingresen.
La concentración es necesaria para mantenernos en el momento presente. Las preocupaciones y la ansiedad acerca del futuro siempre estarán ahí, listas a secuestrarnos. Podemos verlas, reconocerlas y usar nuestra concentración para volver al momento presente.
Cuando tenemos concentración, tenemos mucha energía. No somos llevados por visiones de sufrimiento pasado o miedos sobre el futuro. Nos mantenemos de modo estable en el momento presente de modo que podemos vivir las maravillas de la vida y generar felicidad.
La concentración siempre está relacionada con algo. Si te enfocas en tu respiración de modo relajado, ya estás cultivando una fuerza interior. Cuando regresas para sentir tu respiración, hazlo completamente. No tienes que hacer un esfuerzo inmenso.
5. Entendimiento
Con mindfulness, reconocemos la tensión en nuestro cuerpo y queremos liberarla, pero a veces no podemos. Lo que necesitamos es algo de entendimiento.
El entendimiento es el ver lo que está ahí. Es la claridad que nos puede liberar de las aflicciones como los celos o la ira, y permite a la verdadera felicidad la entrada. Todos tenemos entendimiento, aunque no siempre hacemos uso de él para incrementar nuestra felicidad.
Podemos saber, por ejemplo, que algo (un deseo o un resentimiento) es un obstáculo para nuestra felicidad, que nos trae ansiedad y miedo. Sabemos que no vale la pena lo que se pierde por eso, pero aun así ocupamos nuestro tiempo y energía obsesionados con eso. Somos como un pez que ha sido atrapado antes y sabe que hay un gancho en el anzuelo; si el pez hace uso de ese entendimiento, no picará porque sabe que será atrapado.
A menudo picamos en nuestro deseo o resentimiento, y dejamos que el gancho nos atrape. Nos encontramos aferrados a estas situaciones que no valen la pena. Si el mindfulness y la concentración están ahí, entonces el entendimiento estará y nos podemos librar de esa trampa.
En primavera, cuando hay mucho polen en el aire, algunos la pasamos mal debido a las alergias. Incluso cuando tratamos de correr unos kilómetros y nos queremos sentar o echarnos, no podemos respirar muy bien. En invierno, cuando no hay polen, en lugar de quejarnos del frío, podemos recordar cómo en abril o mayo no pudimos salir para nada. Ahora nuestros pulmones están despejados, podemos dar una caminata afuera y respirar muy bien. De modo consciente traemos nuestra experiencia del pasado para ayudarnos a atesorar las buenas cosas que estamos teniendo ahora mismo.
En el pasado, probablemente sufrimos de una cosa u otra. Puede que se haya sentido como un infierno. Si recordamos ese sufrimiento, sin dejarnos llevar por él, podemos usarlo para recordarnos a nosotros mismos lo afortunados que somos al no estar en esa situación ahora mismo. Podemos ser felices. Eso es entendimiento, y en ese momento puede crecer muy rápidamente nuestro disfrute y felicidad.
La esencia de nuestra práctica puede ser descrita como transformar el sufrimiento en felicidad. No es complicado, pero requiere que cultivemmos mindfulness, concentración y entendimento. Se requiere primeramente que regresemos a casa con nosotros mismos, que hagamos las paces con nuestro sufrimiento, tratándolo tiernamente, y ver atentamente las raíces de nuestro dolor. Se requiere que dejemos ir los sufrimientos inútiles e innecesarios y que demos una mirada más cercana a nuestra idea de felicidad.
Finalmente, se requiere que nutramos la felicidad diariamente, con reconocimiento, comprensión y compasión por nosotros mismos y los demás. Ofrecemos estas prácticas a nosotros mismos, nuestros seres queridos y una comunidad más grande. Este es el arte del sufrimiento y de la felicidad. Con cada respiración, aliviamos el sufrimiento y generamos disfrute. Con cada paso, la flor del entendimiento florece.
Por Thich Nhat Hanh
24 de febrero de 2017