miércoles, 26 de octubre de 2016

Dejar ir los Hábitos Destructivos

De su libro Dejar Ir: Una Guía Budista para romper con los Hábitos, Batchelor aplica la pregunta meditativa "¿Qué es esto?" a la práctica de deshacer viejos patrones de conducta- en este caso, el soñar despierto. 
En Corea, solía sentarme en meditación diez horas al día, durante tres meses, de modo que tuve mucho tiempo para descubrir mis patrones de pensamiento. Luego de un tiempo, finalmente me di cuenta de que en lugar de meditar, estaba pasando mucho de mi tiempo soñando despierta. Solía inventar cuentos de hadas- sobre mí misma siendo una experta en kung fu o sobre volverme iluminada. Intenté aprender kung fu y duré una tarde- soñar despierta sobre eso era mucho más fácil. ¡Tuve que dejar ir ese guión!

Creo que el hábito de soñar despierta vino de mi niñez: solía crear largas, complejas historias en la cama antes de dormir- tal vez como un medio para dormirme, para pasar el tiempo o para distraerme de mi miedo a la oscuridad. Cualquiera que sea la razón, se volvió un hábito que, ya de adulta, se conectó con otras partes de mi vida.
La imaginación es una función de la mente, pero el soñar despierto es la proliferación de la imaginación con consecuencias poco constructivas. Te aleja de lo que realmente está sucediendo y puede causar frustración porque lo que imaginas usualmente no sucede. Después de todo, entre todos mis sueños de volverme campeona de kung fu, ni siquiera me gustaba ejercitarme y no me gustaba que me digan lo que debía hacer. No había oportunidad de que se haga realidad. Cuando se trata de kung fu, eso n importa mucho, pero si sueñas con un esposo maravilloso, un gran empleo o casa, o incluso una vida un poco mejor, puede llevarte a frustración y resentimiento.
La meditación puede también hacerte descubrir el sabor específico de los pensamientos. El soñar desierto es muy seductor; cuando las ideas de "Si yo fuera... si yo tuviera..." aparecen, te absorben. Tienen un sabor rico, como algo dulce con la promesa del encanto. Si fueras un prisionero en una celda, entonces el soñar despierto es vital, te ayuda a sobrevivir. Sin embargo, al discutir sobre este patrón mental con un joven prisionero que conocí en Sudáfrica y que gustaba de la meditación, me contó que solía soñar despierto en moderación y solo lo usaba como una válvula de seguridad cuando se sentía demasiado oprimido por su encarcelamiento. Si soñaba despierto demasiado, se volvía frustrado y agresivo. Entonces, el punto no es que no debamos soñar despiertos, sino que deberíamos ver los efectos que este patrón tiene en nosotros y saber cuándo es útil o perjudicial. Cuando hacemos la pregunta "¿Qué es esto?", nos vemos de vuelta en el momento presente.
¿Qué está pasando ahora? ¿Qué está frente a nuestros ojos para poder disfrutar y apreciar?


**Traducido de http://tricycle.org/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario