De su libro Dejar Ir: Una Guía
Budista para romper con los Hábitos, Batchelor aplica la pregunta meditativa
"¿Qué es esto?" a la práctica de deshacer viejos patrones de
conducta- en este caso, el soñar despierto.
En Corea, solía
sentarme en meditación diez horas al día, durante tres meses, de modo que tuve
mucho tiempo para descubrir mis patrones de pensamiento. Luego de un tiempo,
finalmente me di cuenta de que en lugar de meditar, estaba pasando mucho de mi
tiempo soñando despierta. Solía inventar cuentos de hadas- sobre mí misma
siendo una experta en kung fu o sobre volverme iluminada. Intenté aprender kung
fu y duré una tarde- soñar despierta sobre eso era mucho más fácil. ¡Tuve que
dejar ir ese guión!
Creo que el hábito
de soñar despierta vino de mi niñez: solía crear largas, complejas historias en
la cama antes de dormir- tal vez como un medio para dormirme, para pasar el
tiempo o para distraerme de mi miedo a la oscuridad. Cualquiera que sea la
razón, se volvió un hábito que, ya de adulta, se conectó con otras partes de mi
vida.
La imaginación es
una función de la mente, pero el soñar despierto es la proliferación de la
imaginación con consecuencias poco constructivas. Te aleja de lo que realmente
está sucediendo y puede causar frustración porque lo que imaginas usualmente no
sucede. Después de todo, entre todos mis sueños de volverme campeona de kung
fu, ni siquiera me gustaba ejercitarme y no me gustaba que me digan lo que
debía hacer. No había oportunidad de que se haga realidad. Cuando se trata de
kung fu, eso n importa mucho, pero si sueñas con un esposo maravilloso, un gran
empleo o casa, o incluso una vida un poco mejor, puede llevarte a frustración y
resentimiento.
La meditación puede
también hacerte descubrir el sabor específico de los pensamientos. El soñar
desierto es muy seductor; cuando las ideas de "Si yo fuera... si yo
tuviera..." aparecen, te absorben. Tienen un sabor rico, como algo dulce
con la promesa del encanto. Si fueras un prisionero en una celda, entonces el
soñar despierto es vital, te ayuda a sobrevivir. Sin embargo, al discutir sobre
este patrón mental con un joven prisionero que conocí en Sudáfrica y que
gustaba de la meditación, me contó que solía soñar despierto en moderación y
solo lo usaba como una válvula de seguridad cuando se sentía demasiado oprimido
por su encarcelamiento. Si soñaba despierto demasiado, se volvía frustrado y
agresivo. Entonces, el punto no es que no debamos soñar despiertos, sino que
deberíamos ver los efectos que este patrón tiene en nosotros y saber cuándo es
útil o perjudicial. Cuando hacemos la pregunta "¿Qué es esto?", nos
vemos de vuelta en el momento presente.
¿Qué está pasando
ahora? ¿Qué está frente a nuestros ojos para poder disfrutar y apreciar?
**Traducido
de http://tricycle.org/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario