El
culparse a uno mismo es un dilema humano. Podemos culparnos a nosotros mismos
por gritarles a nuestros hijos o por no proteger a nuestros hermanos de padres
abusivos cuando fuimos jóvenes, u odiarnos a nosotros mismos por algo que
quisiéramos no haber dicho. Pero la culpa crea una cantidad destructiva de
continua tensión que no nos permite aprender de nuestros errores y descubrir
una real felicidad.
Entonces, asumiendo que muchos de nosotros estamos de acuerdo en que el perdonarnos a nosotros mismos y aprender de los errores pasados es importante para nuestra salud y bienestar, la siguiente pregunta es “¿Cómo es que se hace?”
Entonces, asumiendo que muchos de nosotros estamos de acuerdo en que el perdonarnos a nosotros mismos y aprender de los errores pasados es importante para nuestra salud y bienestar, la siguiente pregunta es “¿Cómo es que se hace?”
Tú
no eres el primero o el último
Una de las primeras
cosas que hay que hacer es entender que no eres la primera persona que ha
cometido este error, muy probablemente ha sido cometido por miles o tal vez
millones de personas antes que tú. No estoy quitando seriedad a la acción, sino
haciéndote saber que no estás solo y que mucha gente ha cometido este mismo
error como parte de los comunes retos humanos. Una de las cosas más comunes que
hacemos las personas es tomar las cosas personalmente. Cuando llegamos a
entender que nadie es inmune a ser falto de habilidad, podemos comenzar a
tomarlo un poco menos personalmente. Esto nos ayuda en el proceso del perdón.
Entiende que está en el pasado
Otra cosa que tienes que
recordar es que esta acción que has cometido está en el pasado, no está
presente, y que ya no la estás haciendo ahora. Identifica cuándo la trampa
mental de culparte a ti mismo por eventos pasados, mira si puedes reconocer su
presencia y luego recuérdate a ti mismo que cometiste un error, pero que está
en el pasado y que vas a aprender de él. Esta práctica de culpar no te ayuda a
ti ni a nadie. Deja que el proceso de perdón salga a la superficie y empieza a
verlo como algo a partir de lo cual puedes aprender y crecer. Esto te liberará
para poder ser hábil en el presente.
Algo que podemos hacer
es decir “En el pasado, he hecho xyz, y ahora estoy (conecta con una intención
positiva).” Por ejemplo, “en el pasado tuve una aventura amorosa, y ahora soy
un(a) esposo(a) con amor y compromiso y el amor que siento por mi cónyuge/hijos
me sostiene.”
Adopta una mentalidad de aprendizaje
Siempre vamos a cometer
errores en esta vida. Todos lo hacen, pero la mentalidad clave que cataliza el
crecimiento y la felicidad es la mentalidad de aprendizaje.
Cada una de las experiencias de la vida contiene información
para ayudarnos a mejorar con nuestras intenciones vitales, así que perdónate
por el pasado, pero investiga cómo cometiste el error si incluso fue un error
de tu parte. En caso de que sí haya sido tu error, pregúntate: “¿Qué podría
cambiar para la próxima vez?” Luego invítate a ti mismo a comenzar de
nuevo.
Yo llamo a esta práctica
“Perdona, investiga e invita.”
Podemos comenzar a dejar
ir nuestras historias de reivindicación del pasado y comenzar a construir
nuevas con una intención más consciente sobre cómo queremos que las cosas sean
en adelante. Esto será un proceso y tomará práctica, determinación y
persistencia a medida que las viejas historias y hábitos de auto-culpa seguirán
colándose en la mente, regresándonos a esas ideas negativas que ya no nos
sirven. Ve si puedes identificar cuando esto sucede e invítate a ti mismo a
comenzar el proceso de auto-perdón de nuevo.
**Traducido de: http://www.mindful.org/how-to-practice-forgiving-yourself/
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