Cómo es que los
estudiantes (y los profesores) están mejorando su concentración y encontrando
calma a través de clases semanales de meditación.
Por Katie Grimesey | 16 de Setiembre,
2015
“Al encontrar tiempo para realmente sintonizarse,
enfocarse y sentir su propia respiración y usarla, los escolares pueden
descubrir su habilidad innata para auto-regularse: su habilidad para ignorar y
prestar atención a lo que sucede a su alrededor, y muchas otras cosas más.”
Eso es lo que Marian Matthews dice sobre sus
alumnos del colegio Baker Butler en Albermarle (Virginia), donde enseña
Atención Plena y Movimiento: una clase sobre técnicas de meditación, yoga
consciente y respiración que se inició en el Centro de Ciencias Contemplativas
de la Universidad de Virginia.
Marian visita las clases en Baker Butler cada
semana por 30 minutos para enseñar a los alumnus de diferentes grados cómo
integrar la atención plena a sus vidas diarias. Mientras yo observaba, una
clase de quinto grado comenzaba con un ejercicio de respiración profunda,
diseñado para permitir a los alumnos concentrarse en sus pensamientos.
Rápidamente Matthews sacó la “jarra mental” y se la mostró a los niños como una
respresentación visual de lo que sucede en sus mentes cuando se relajan.
“La jarra mental es solo una jarra con agua y
brillantina, pero la idea es que la podemos agitar y dejarla perturbada.
Entonces, primero notamos que hay un montón de pensamientos arremolinándose en
nuestras mentes,” dice Matthews. “Luego comenzamos a respirar profundamente, y
mientras tanto podemos sentir que nuestras ideas comienzan a asentarse, igual
que la brillantina comienza a asentarse en la jarra.”
Cuando la fase de respiración y descanso ha
acabado, la clase comienza a moverse, la sesión de yoga comienza con algunas
posiciones a modo de saludo. Mientras los niños se están moviendo y haciendo
posiciones, sin embargo, continúan notando lo que está sucediendo en sus
mentes. “Hablamos acerca de la respiración como un ancla para su calma.”
Matthew dice. “Cuando están en la posición del niño, es un lugar muy agradable
para que sientan y oigan su respiración. También me da la oportunidad de rondar
y tocar sus espaldas para hacer un tipo de conexión física con ellos.”
Al haberse relajado y movido durante un tiempo
adicional, los niños están listos para sumergirse más, y Matthew los lleva a
una meditación sobre bondad. Ella les indica que “envíen amor y amabilidad a
sus pies y a sus tobillos y luego a sus corazones.”
Ella les pide notas cómo se sienten en sus
corazones, en sus cuerpos y en sus mentes cuando piensan sobre ser amables y
gentiles. “Dejen crecer ese sentimiento y envíenlo a todo el mundo,” les dice a
los niños.
“Es ahí donde la progresión natural de la
atención plena te lleva. Una vez que estás en contacto con tu calma, y sabes
que los demás tienen su lugar de calma, la compasión, la amabilidad y la
conexión te inundan naturalmente,” dice Matthew.
Es el fin del año escolar y la clase final de
Marian, así que ella trajo un regalo: fresas. Pero esto tiene un propósito:
ellas serán parte del ejercicio final de atención plena: comer. Al pedido de
Matthews, los alumno “miran las fresas y piensan sobre lo que se toma para
cultivarlas y lo experimentan usando sus cinco sentidos.”
La práctica de comer conscientemente es un tipo
de transición hacia la vida cotidiana, de acuerdo a Matthews “los alumnos y yo
hemos tenido este tiempo de practicar formalmente juntos , pero lo que es
realmente importante es la práctica informal, donde la atención plena aparece
en el ‘momento a momento’ durante el día, cuando los alumnos pueden notar cómo
están sus cuerpos y qué está sucediendo en sus mentes.”
Kathy Shupe, una profesora de cuarto grado en
el colegio Baker-Butler, dijo que la presencia de Marian en el salón crea un
ambiente pacífico y calmado que permite a los alumnos reflexionar sobre sí
mismos.
“Tengo 4 niños identificados como ADHD y que
están siendo medicados, y cuando iniciamos ellos literalmente se caen sobre sus
colchonetas,” dice Shupe. “Ahora, ellos mantienen sus posiciones, están
respirando con atención. Tuve un niñito que tiene gran ansiedad por los
exámenes… levanté la mirada y estaba en la alfombra haciendo yoga y respirando,
y luego volvió y se aplicó en sus actividades de la clase. Lo hizo
fabulosamente.”
Shupe dice que lo que Matthews está enseñando
es muy práctico. Ayuda a alumnos con gran ansiedad a las actividades, como
exámenes, y ayuda en sus interacciones con los demás durante la jornada
escolar.
“Creo que nuestro sistema escolar se está
perdiendo esto”, dice Shupe. “Si no les bajamos el ritmo y los ponemos a pensar
acerca de su naturaleza y quiénes son, vamos a perderlos. Es por esto que estoy
muy agradecida de que esta actividad se haya sido implementado en nuestro
colegio.”
Un alumno de cuarto grado, Gwendolyn, habló
acerca de tomar parte en una actuación de fin de año el día antes de usar lo
que Marian le había enseñado: "Tuve un rol con líneas en frente del
colegio entero y realmente me ayudó para calmar mi cuerpo y así poder hacerlo.
No habría sido capaz de dormir el lunes por la noche si no hubiera usado mi
respiración."
El próximo año, Marian espera que esta clase
sea enseñada a todos los alumnos de los colegios del condado de Albermale que
ella actualmente visita, con la posibilidad de adicionar dos colegios más y
otro instructor. Sería genial, dice, si ellos pudieran "ver a todos los
niños que están en el colegio al menos una vez por semana, porque tenemos ese
momento formal, pero los niños aprenden rápidamente las estrategias que pueden
usar en el salón y luego el profesor tiene eso para poder apoyarse."
Uno de los más grandes beneficios para niños
escolares, dice Matthews, es que trae tanto un sentido de auto-consciencia como
un sentimiento de empatía hacia los que se encuentran alrededor. "Todos
vienen de diferentes ambientes y aquí tienes la oportunidad de nivelas el campo
de juego y traer a todos al mismo lugar antes de que vayan a lo que sea con lo
que vayan a lidiar en la casa, lo que sea con lo que vayan a lidiar emocional y
físicamente durante toda su vida. Todos pueden venir al mismo lugar y estar en
contacto con su calma, y desde ahí pueden aprender en un modo más
relajado."
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