A menudo sentimos la necesidad de proteger a nuestros niños
de las duras realidades que tenemos alrededor. Sin embargo, el mejor regalo que
les podemos dar no es "seguridad", sino un conjunto de herramientas
para lidiar con sentimientos difíciles y la verdadera naturaleza del mundo.
Desde a naturaleza conflictiva
de las actuales elecciones a los ataques terroristas aquí y en el exterior, el
mundo puede parecer un lugar oscuro y tenebroso. El constante bombardeo de
noticias hace difícil escapar a las emociones difíciles que estos eventos
suelen evocar, pero la verdad es que escapar de tus sentimientos no debería ser
la meta en primer lugar. Sin importar cuán incómodo pueda ser, el sentarse en
medio de esa incomodidad, abrirse a los otros y trabajar con esas emociones es
el único modo de eventualmente disipar la nube oscura que puede estar flotando
sobre ti.
Necesitamos enseñar a nuestros
niños que es posible vivir con sus emociones difíciles- ira, miedo, tristeza,
incomodidad- y aun así seguir adelante mostrando compasión, amabilidad y
esperanza. En lugar de reaccionar con miedo o ira, necesitamos instaurar el
importante valor de una comunidad inclusiva y diversa. No temas al otro-
acéptalo. Conócelo. Entiende la multitud de factores que pueden hacer su visión
del mundo diferente a la tuya. La raíz del terror es el miedo, el odio y la
ignorancia. Nuestras diferencias no necesitan ser un motivo de división. El
exponer a los niños a diferentes culturas, razas, orientaciones sexuales,
géneros, religiones e idiomas puede ayudar a convertir el miedo y la ignorancia
en entendimiento y compasion.
Inicia la conversación
Has que sea un tema de
conversación en la comida familiar al menos una vez a la semana y pide a tus
hijos que compartan sobre algo que les preocupe. Sé específico. ¿Qué
circunstancias los hacen sentir incómodos, temerosos, molestos o tristes?
Escucha su punto de vista. Experimenten estas emociones juntos. No las
etiquetes, no las juzgues- el solo brindar un lugar seguro para la discusión ya
es una buena medicina. Puede sugerir tomar unos respiros para relajarse, como
una útil herramienta para reducir el estrés.
Comparte:
•
Una historia sobre un moment en
que te abriste a una experiencia y eso amplió tu visión del mundo.
•
Sobre un privilegio que tengas
en tu vida y que podrías dar por sentado.
•
Una lucha que enfrentas y que
otros pueden encontrar sorprendente
•
El modo en que das a entender
tu punto de vista con otras personas que no son de tus mismas opiniones
Continúa la conversación
Mantén una conversación contínua.
Asegúate de hacer saber a tus hijos adolescentes que pueden acercarse a ti para
discutir asuntos que importan. Háblales acerca de la importancia de la
diversidad y la aceptación. Explícales que puedes estar en desacuerdo
respetuosamente y sin odiar a la otra persona. ¿Sería bueno si nuestros
políticos demostraran esto? Seguro, pero solo por el hecho de que no lo hacen,
no significa que sea una causa perdida. Habla con tus hijos y pregúntales cómo
sería bueno manejar un desacuerdo, tal vez actuándolo. No solo tú serás el que
dé un buen ejemplo, probablemente aprendas mucho sobre las vidas de tus hijos,
sus amistades y opiniones.
**Traducido de: http://www.mindful.org/3-ways-talk-kids-diversity/
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