¡Qué problema puede ser! |
Pensar que las cosas deberían ser de determinada
manera nos puede poner en problemas. Lo mismo sucede con la meditación. Intenta
practicar teniendo en mente estos consejos.
Por Mark Bertin | 28 de junio
de 2016
Estando sentada en silencio y seguridad, bien
alimentada y cobijada, la mente aún es capaz de convertir el momento vivido en
un completo desastre. Normalmente estamos siendo resguardados y fuera de
peligro cuando meditamos, y sin embargo no podemos estar en paz o relajados tal
como queremos. El futuro se avecina, el pasado acecha, o el presente puede
parecer un completo embrollo. Si tu mente agrega todo ese estrés a tu vida
mientras te sientas en silencio, ¿qué hace diariamente cuando la vida de por sí
ya es confusa, hiriente o poco clara?
Muchos de estos hábitos confusos que ya tratamos
de solucionar en primer lugar son los que perjudican la práctica de la atención
plena que tratamos de establecer. Si eres nuevo meditando, con suerte alguien
te ha explicado que no van a haber efectos inmediatos y que no puedes forzarte
a ti mismo a tener una mente silenciosa o sentirte relajado. Pero incluso así,
te imaginas a ti mismo sentado perfectamente quieto, felizmente en paz y que
vas a hacerlo por 30 minutos diariamente, sin fallar.
Si eres
un meditador experimentado, podrías agregar una capa adicional: He estado haciendo esto por décadas.
Todavía la gente me hace molestar y no soy tan feliz con mi vida últimamente e
incluso aunque ya sé que debería hacerlo, no me he sentado mucho en las últimas
semanas. Claramente no soy muy bueno para esto. Una voz perfeccionista te
dice lo que tu práctica de atención plena “debería ser”, en lugar de
valorar lo que “es”, y eso puede socavar tu determinación para continuar. El
sentarse para meditar crea una oportunidad para identificar todo eso y elegir
un nuevo camino. Intenta practicar
teniendo en mente lo siguiente:
1. No
creas en tus Pensamientos
¿Qué
significaría observar cualquiera de tus patrones personales o comentarios
internos sin creerlos por unos minutos? Soy
inquieto, y voy a estar OK con solo ser inquieto ahora mismo. Nos ponemos
en marcha con la intención de sentarnos, nos distraemos de ese plan, y
regresamos a nuestra conciencia presente. De este simple modo es como esto funciona.
2.
Nada es Perfecto
No existe la perfecta
experiencia de atención plena, siempre serena y enfocada, no más de lo que
existe una vida perfecta. La angustia durante la meditación debido al
aburrimiento, la rumiación de pensamientos o, por supuesto, el perfeccionismo,
a menudo reflejan cómo es que nuestras mentes funcionan día a día.
3.
Continúa regresando
En tu
práctica y vida diaria, identifica el obstáculo cuando aparezca- ahí está el perfeccionismo de nuevo, algo no
es como “debería ser”. Y luego regresa a la siguiente respiración, yendo
hacia adelante, adaptándote, y regresando a tus mejores intenciones de nuevo.
**Traducido de http://www.mindful.org/3-ways-escape-perfect-meditator-trap/
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