Debido a que es muy fácil estar atrapados en el pasado, es
útil tener un recordatorio para permanecer en el presente. En Plum Village
usamos una campana. Cuando la oímos, practicamos el respirar conscientemente y
decimos: “Escucho la campana. Este maravilloso sonido me trae de vuelta a mi
verdadero hogar.” Mi verdadero hogar es el aquí y el ahora. El pasado no es mi
verdadero hogar.
Tal vez quieras decirle al pequeño que habita en ti que el
pasado no es nuestro hogar; nuestro hogar es aquí, donde realmente vivimos
nuestra vida. Podemos obtener todo el nutriente y alivio que necesitamos aquí
en el momento presente. Mucho del miedo, ansiedad y angustia que experimentamos
está ahí porque el niño interno no ha sido liberado. Ese niño tiene miedo de
salir al momento presente, y tu atención consciente junto con tu respiración
pueden ayudar a este niño a darse cuenta de que está seguro y que puede ser
libre.
Imagina que te vas al cine. Ves hacia la pantalla desde tu
asiento en medio de la audiencia. Hay una historia; hay gente en la pantalla
interactuando entre ellos y, allí en la audiencia, lloras. Experimentas lo que
sucede en la pantalla como si fuera real, y derramas lágrimas reales y dientes
emociones reales. El sufrimiento es real, pero cuando te acercas a la pantalla,
ves que no hay gente real: no hay nada más que luz que centellea. No puedes
hablar con la gente en la pantalla, ni detenerlos y hacerles una pregunta, pero
puedes crear real sufrimiento en tu cuerpo y mente… a pesar de que no está
sucediendo realmente en el momento.
Cuando reconocemos que tenemos un hábito de repetir viejos
eventos y reaccionamos a nuevos eventos como si fueran los viejos, podemos
comenzar a notar cuándo es que ese hábito aparece. Es entonces que podemos
recordarnos a nosotros mismos que tenemos otra elección. Podemos ver el momento
tal como es, un momento fresco, y dejar el pasado por un tiempo cuando podemos
verlo de modo compasivo.
Podemos hacernos el tiempo y el espacio, en un momento
tranquilo, para decirle al niño interno dentro de nosotros, que está sufriendo
y herido, que ya no tiene que sufrir más. Podemos tomar su mano e invitarle a
venir al momento presente para observar todas las maravillas de la vida que
están disponibles aquí y ahora. “Ve conmigo. Hemos crecido. Ya no necesitamos
tener miedo. Ya no somos vulnerables. Ya no somos frágiles. Ya no tenemos que
tener miedo nunca más.”
Tienes que enseñarle al niño en ti. Tienes que invitarle a
venir contigo y vivir la vida contigo en el momento presente. Por su puesto que
podemos reflexionar al respecto y aprender del pasado; pero cuando hacemos
esto, nos mantenemos en el presente. Si estamos bien establecidos en el momento
presente, podemos ver al pasado hábilmente y aprender de él sin ser absorbidos y
abrumados por él.
**Traducido del libro “Fear”(Miedo), de Thich Nhat Hanh
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