domingo, 19 de febrero de 2017

No Tengas Miedo al Pasado


Debido a que es muy fácil estar atrapados en el pasado, es útil tener un recordatorio para permanecer en el presente. En Plum Village usamos una campana. Cuando la oímos, practicamos el respirar conscientemente y decimos: “Escucho la campana. Este maravilloso sonido me trae de vuelta a mi verdadero hogar.” Mi verdadero hogar es el aquí y el ahora. El pasado no es mi verdadero hogar.


Resultado de imagen para circulo zenTal vez quieras decirle al pequeño que habita en ti que el pasado no es nuestro hogar; nuestro hogar es aquí, donde realmente vivimos nuestra vida. Podemos obtener todo el nutriente y alivio que necesitamos aquí en el momento presente. Mucho del miedo, ansiedad y angustia que experimentamos está ahí porque el niño interno no ha sido liberado. Ese niño tiene miedo de salir al momento presente, y tu atención consciente junto con tu respiración pueden ayudar a este niño a darse cuenta de que está seguro y que puede ser libre.

Imagina que te vas al cine. Ves hacia la pantalla desde tu asiento en medio de la audiencia. Hay una historia; hay gente en la pantalla interactuando entre ellos y, allí en la audiencia, lloras. Experimentas lo que sucede en la pantalla como si fuera real, y derramas lágrimas reales y dientes emociones reales. El sufrimiento es real, pero cuando te acercas a la pantalla, ves que no hay gente real: no hay nada más que luz que centellea. No puedes hablar con la gente en la pantalla, ni detenerlos y hacerles una pregunta, pero puedes crear real sufrimiento en tu cuerpo y mente… a pesar de que no está sucediendo realmente en el momento.

Cuando reconocemos que tenemos un hábito de repetir viejos eventos y reaccionamos a nuevos eventos como si fueran los viejos, podemos comenzar a notar cuándo es que ese hábito aparece. Es entonces que podemos recordarnos a nosotros mismos que tenemos otra elección. Podemos ver el momento tal como es, un momento fresco, y dejar el pasado por un tiempo cuando podemos verlo de modo compasivo.

Podemos hacernos el tiempo y el espacio, en un momento tranquilo, para decirle al niño interno dentro de nosotros, que está sufriendo y herido, que ya no tiene que sufrir más. Podemos tomar su mano e invitarle a venir al momento presente para observar todas las maravillas de la vida que están disponibles aquí y ahora. “Ve conmigo. Hemos crecido. Ya no necesitamos tener miedo. Ya no somos vulnerables. Ya no somos frágiles. Ya no tenemos que tener miedo nunca más.”

Tienes que enseñarle al niño en ti. Tienes que invitarle a venir contigo y vivir la vida contigo en el momento presente. Por su puesto que podemos reflexionar al respecto y aprender del pasado; pero cuando hacemos esto, nos mantenemos en el presente. Si estamos bien establecidos en el momento presente, podemos ver al pasado hábilmente y aprender de él sin ser absorbidos y abrumados por él.


**Traducido del libro “Fear”(Miedo), de Thich Nhat Hanh

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