Por Rasmus Hougaard y Jacqueline Carter
4 de marzo, 2016
Probablemente conoces el sentimiento demasiado bien: llegas a la
oficina con un plan claro para el día y, entonces, en lo que parece solo un
momento, te encuentras de camino regresando a casa. Nueve o diez horas han
pasado pero has logrado solo unas pocas de tus prioridades y, muy
probablemente, ni siquiera puedes recordar lo que hiciste en todo el día. Si esto te suena conocido, no te preocupes. No estás solo.
Investigaciones muestran que la gente pasa casi el 47% de su vigilia pensando
en las cosas que no están haciendo. En otras palabras, muchos de nosotros
operamos en piloto automático.
Agrégale a esto que hemos entrado en lo que mucha gente está
llamando la “economía de la atención”. En la economía de la atención, la
habilidad de mantener el foco y la concentración es tan importante como las
habilidades técnicas o de administración. Y debido a que los líderes necesitan absorber
y sintetizar un flujo creciente de información para poder tomar buenas
decisiones, esta tendencia emergente les atañe de modo particular.
Las buenas noticias son que puedes entrenar a tu cerebro para
enfocarse mejor al incorporar la atención plena a lo largo de tu día. Basados
en nuestra experiencia con miles de líderes en más de 250 organizaciones, aquí
te damos algunos consejos para volverte un líder más enfocado y consciente.
Primero, arranca bien tu día. Investigadores han encontrado que
producimos la mayoría de hormonas del estrés en los primeros minutos después de
despertar. ¿Por qué? Porque pensar en lo que viene por delante desata nuestro
instinto de “luchar o huir” y produce cortisol en tu sangre. Cuando despiertas,
pasas dos minutos en tu cama simplemente notando tu respiración. A medida que
los pensamientos sobre el día aparecen en tu mente, déjalos ir y regresa a tu
respiración.
Luego, cuando llegues a la oficina, toma 10 minutos en el
escritorio o en tu auto para estimular a tu cerebro con una corta práctica de
atención plena antes de sumergirte en tu actividad. Cierra los ojos, relájate,
y siéntate derecho. Dirige tu enfoque hacia tu respiración. Simplemente mantén
un flujo constante de atención en la experiencia de tu respiración: inhala,
exhala, inhala, exhala. Para ayudarte a seguir enfocado en tu respiración,
cuenta silenciosamente cada exhalación. Cada vez que encuentres que tu mente se
distrajo, simplemente deja ir la distracción regresando tu atención en tu
respiración. Lo más importante, permítete a ti mismo el disfrutar de estos
minutos. A lo largo del resto del día, otra gente y las urgencias lucharán por
tu atención, pero por estos 10 minutos, tu atención es toda tuya.
Una vez que termines esta práctica y estés listo para comenzar a
trabajar, la atención plena puede ayudar a incrementar tu efectividad. Dos
habilidades definen a la mente con atención plena: concentración y conciencia.
Más explícitamente, concentración es la habilidad para centrarte en lo que
estás haciendo en el momento, mientras conciencia es la habilidad de reconocer
y dejar ir distracciones innecesarias a medida que aparecen. Entiende que la
atención plena no es solo una práctica sedentaria, sino sobre desarrollar una mente
aguda y atenta. La atención plena en acción es una gran alternativa a la
práctica ilusoria de la “multitarea”. El trabajo con atención plena aplica concentración
y conciencia a todo lo que haces desde el momento en que entras en la oficina.
Enfócate en la tarea que tengas a la mano y reconoce y deja ir distracciones
internas y externas a medida que aparecen. De este modo, la atención plena
ayuda a incrementar la efectividad, disminuye los errores e incluso mejora la
creatividad.
Aprendiendo a moldear nuestra mente para ser más efectivos :)
Para entender mejor el poder de la concentración y la
conciencia, considera algún mal que afecta a la mayoría de nosotros: la
adicción por los emails. Los emails tienen un modo de seducir nuestra atención
y redirigéndola a las tareas de baja prioridad porque el hacer tareas pequeñas
y que sean fáciles de lograr produce dopamina en nuestros cerebros, una hormona
del placer. Esto nos hace adictos al email y afecta a nuestra concentración. En
lugar de eso, aplica la atención plena al abrir tu inbox, Concéntrate en lo que sea importante y mantén conciencia de lo que es mero ruido. Para iniciar de un mejor modo,
evita el chequear tu email a primera hora de la mañana. Eso te ayudará a poner
a un lado tus distracciones y problemas de corto plazo durante un periodo de
enfoque y creatividad excepcional.
A medida que el día avanza y las inevitables reuniones inician,
la atención plena puede ayudar a llevarlas de un modo más corto y efectivo. Para
evitar en una reunión con una mente divagante, toma dos minutos para practicar
la atención plena. Puedes hacerlo mientras caminas hacia la reunión. Incluso
mejor, deja que los primeros dos minutos de la reunión sean en silencio,
dejando que todos lleguen física y mentalmente. Luego, si se puede, termina la
reunión cinco minutos antes de la hora para permitir que los participantes
tengan una transición consciente hacia su siguiente reunión.
Mientras el día progresa y tu cerebro comienza a cansarse, la
atención plena puede ayudarte a mantenerte alerta y evitar las decisiones
pobres. Luego del almuerzo, pon una alarma en tu teléfono para cada hora. Cuando
la alarma suene, deja la actividad que estés haciendo y realiza un minuto de
atención plena. Estos descansos conscientes de rendimiento te ayudarán a
mantenerte lejos del autopiloto y la adicción a las tareas.
Finalmente, al acercarse el final del día y te va a dirigir a
casa, aplica la conciencia plena. Por al menos 10 minutos del trayecto, apaga
tu celular y la radio, y solo sé. Deja ir cualquier pensamiento que aparezca.
Presta atención a tu respiración. Hacer esto te ayudará a dejar ir el estrés
del día para que puedas llegar a casa y estar completamente presente para tu
familia.
La atención plena no es acerca de llevar una vida en cámara
lenta. Es acerca de mejorar la concentración y la conciencia en el trabajo y la
vida. Es sobre deshacerse de distracciones y mantenerse en el camino con metas
individuales y organizacionales. Toma el control de tu propia atención plena: intenta
estos consejos por 14 días y descubre lo que hacen por ti.
**Traducido de : https://hbr.org/2016/03/how-to-practice-mindfulness-throughout-your-work-day