sábado, 27 de mayo de 2017

¿Quién es Buda? (II)

LA PRIMERA NOBLE VERDAD
Resultado de imagen para siddharta gautamaLos 2 maestros anteriores de Shakyamuni, Udraka y Arada Kalama, murieron solo unos días antes de todo esto, así que buscó a los 5 ascetas que lo habían dejado. Cuando lo vieron acercarse al Parque de los Ciervos en Benares, decidieron ignorarlo ya que había roto sus votos. Sin embargo, vieron algo tan radiante en su presencia que se levantaron, prepararon un asiento, lavaron sus pies y oyeron a Buda mientras hacía girar la rueda del Dharma, las enseñanzas, por vez primera.
La Primera Noble Verdad de Buda establecía que toda vida, toda existencia, está caracterizada por duhkha. La palabra sánscrita significa sufrimiento, dolor, lo insatisfactorio. Incluso los momentos de felicidad tienen un modo de volverse dolor cuando nos aferramos a ellos, o, una vez que han pasado a nuestra memoria, afectan al presente ya que la mente hace un intento inevitable de recrear el pasado. La enseñanza de Buda se basa en una comprensión intuitiva de la naturaleza de la existencia. Es una crítica radical al optimismo y las muchas tácticas de escapismo- ya sea a través de la utopía, las terapias psicológicas, el simple hedonismo o (y esto es lo que distingue principalmente al Budismo de la mayoría de las religiones mundiales) la salvación teísta del misticismo.
EL SUFRIMIENTO ES VERDADERO
Duhkha es noble, y es verdadero. Es una base que debe ser comprendida totalmente, y no algo de lo que escapar o algo que tenga que ser explicado. La experiencia de dukkha, del funcionamiento de la mente propia, lleva a la segunda Noble Verdad, el origen del sufrimiento, tradicionalmente descrito como aferramiento, deseo por el placer, pero también y más fundamentalmente un deseo por existencia continua, así como de no existencia. La examinación de la naturaleza de este deseo lleva al corazón de la Segunda Noble Verdad: la idea del “yo”, con todos sus deseos, esperanzas y miedos, y es solo cuando este “yo” es comprendido y visto como insustancial que la Tercera Noble Verdad, el cese del sufrimiento, se ve realizada.
LA PRIMERA SANGHA
Los 5 ascetas que oyeron el primer discurso de Buda en el Parque de los Ciervos se volvieron el núcleo de una comunidad, una sangha, de hombres (las mujeres ingresarían luego) que seguían el camino que Buda había descrito en su Cuarta Noble Verdad, el Noble Óctuple Camino. Estos bikkhus, o monjes, vivían de modo simple, teniendo como posesiones un plato, una túnica, una aguja, una botella de agua y una navaja, ya que se rasuraban la cabeza como un signo de haber dejado sus casas. Viajaron por el noreste de la India, practicando la meditación solos o en pequeños grupos, mendigando comida.
La enseñanza de Buda, sin embargo, no era solo para la comunidad monástica. Shakyamuni había instruido a los ascetas a que la difundieran a todos: “Vayan, Oh bikkhus, para el beneficio de muchos, para el bienestar de muchos, en compasión por el mundo, por el bien, para el bienestar de dioses y hombres.”
Por los siguientes 45 años, Shakyamuni caminó por las villas y pueblos de la India, hablando en lengua nativa, usando figuras comunes de habla, de modo que todos pudieran entenderlo. Enseño a un aldeano a practicar la atención plena mientras sacaba agua del pozo, y cuando una madre desesperada le pidió que curara al niño muerto que llevaba en brazos, él no hizo ningún milagro, sino que le dijo que trajera una semilla de mostaza de una casa donde nadie hubiera muerto. Ella volvió con las manos vacías, pero con el conocimiento de que la muerte es universal.
MUERTE E IMPERMANENCIA
A medida que la fama de buda se dispersaba, reyes y otros auspiciadores ricos donaron parques y jardines para realizar retiros. Buda los aceptó, pero contunió viviendo como había hecho desde sus 29 años: como un sadhu caminante, mendigando su plato, pasando sus días en meditación. Solo que ahora había una diferencia: casi a diario, luego de su almuerzo, Buda enseñaba. Ninguno de estos discursos, o las preguntas y respuestas que siguieron, fueron registradas durante la vida de Buda.
Buda murió en el pueblo de Kushinagara, a la edad de 80 años, habiendo comido un platillo de cerdo u hongos. Algunos de los monjes reunidos estaban deprimidos, pero Buda, echado de lado, con la cabeza descansando, les recordó que nada es para siempre, y les aconsejó que tomaran refugio en sí mismos y en el Dharma, la enseñanza. Les preguntó si tenían preguntas de último momento. No hubo ninguna. Entonces, dijo sus palabras finales: “Ahora, bbikhus, les digo: todas las cosas compuestas están sujetas a decaer, trabajen a consciencia.”
La primera estación lluviosa después del parinirvana de Buda, se dice que 500 ancianos se juntaron en una caverna montañosa cerca de Rajagriha, donde llevaron a cabo el Primer Concilio. Ananda, quien había sido el asistente de Buda, repitió todos los discursos, o sutras, que había oído, y Upali recitó las 250 reglas monásticas, el Vinaya, mientras Mahakashyapa recitó el Abhidharma, el compendio de psicología y metafísica Budista. Estas 3 colecciones, que fueron escritas en hojas de palma unos siglos después y conocidos como el Tripitaka (literalmente “tres canastas”), se volvieron la base de las versiones posteriores del canon Budista.
**Traducido de: http://tricycle.org/magazine/who-was-buddha-2/

martes, 23 de mayo de 2017

¿Quién es Buda? (I)


Resultado de imagen para siddharta gautamaBuda, o Siddhartha Gautama, nació alrededor del 567 AC, en un pequeño reino al pie de los montes Himalayas. Su padre fue un jefe del clan Shakya. Se dice que 12 años antes de su nacimiento, los brahmins profetizaron que se convertiría en un monarca universal o un gran sabio. Para evitar que se convirtiera en un asceta, su padre lo mantuvo dentro de los confines del palacio. Gautama creció en medio de lujos, protegido del mundo externo, entretenido por bailarinas, instruido por brahmins, entrenado en arquería, el manejo de la espada, lucha, natación y carreras. Cuando llegó a la mayoría de edad, se casó con Gopa, quien dio a luz a un niño. Él lo tenía todo, como podríamos decir actualmente. Sin embargo, no era suficiente. Algo, tan persistente como su propia sombra, lo llevó hacia el mundo detrás de los muros del castillo. Ahí, en la calles de Kapilavastu, encontró un hombre enfermo, un hombre anciano y un cadaver que era llevado al cementerio. Nada en su vida de comodidades lo había preparado para esta experiencia. Su cochero le dijo que todos los seres están sujetos a la enfermedad, la vejez y la muerte. No pudo descansar.

Al regresar a palacio, pasó cerca de un asceta que caminaba pacíficamente junto al camino, usando una túnica y llevando un plato de comida. Es ahí cuando Siddharta resuelve dejar el palacio en busca de la respuesta al problema del sufrimiento. Luego de darles a su esposa e hijo una despedida silenciosa sin despertarlos, cabalgó hacia el límite del bosque. Ahí se cortó el cabello con una espada e intercambió sus finas ropas con las sencillas túnicas de un asceta.
ENCONTRANDO LA LIBERACIÓN
De este modo, Siddharta Gautama se unió a un tipo de hombres que dejaron la sociedad india para encontrar la liberación. Había una variedad de métodos y maestros, y Gautama investigó muchos- ateístas, materialistas, idealistas y dialécticos. El profundo bosque y los mercados estaban vivos con los sonidos de miles de discusiones y opiniones, no como en nuestro tiempo.
Gautama finalmente se estableció para trabajar con dos maestros. De Arada Kalama, que tenía 300 discípulos, aprendió a cómo disciplinar su mente y así entrar en la esfera de la nada. Pero incluso aunque Arada Kalama le pidió que se quedara y enseñara como su igual, Siddharta reconoció que esto no era la liberación, y se fue. Luego, aprendió a entrar en la concentración de la mente, que no es ni consciencia y inconsciencia, con Udraka Ramaputra. Pero esto tampoco era la liberación y Siddharta dejó a su segundo maestro.
Siddharta practicó austeridades y concentración durante 6 años, en compañía de 5 ascetas. Vivió sin descanso, comiendo solo un grano de arroz diario, forzando la mente sobre el cuerpo. Sus costillas sobresalían en su pecho y parecía más muerto que vivo.
EL CAMINO MEDIO
Sus 5 compañeros lo dejaron luego de que tomara la decisión de comer algo de comida sustanciosa y abandonar el ascetismo. Luego, Siddharta entró en una villa en busca de comida, donde una mujer llamada Sujata le ofreció un plato de leche y un recipiente con miel. Su fuerza regresó y Siddharta se lavó en el río Nairanjana, para dirigirse hacia el árbol Bodhi. Puso una manta en el piso, se cruzó de piernas y se sentó ahí.
Se sentó, habiendo escuchado a todos los maestros, estudiado todos los textos sagrados y tratado todos los métodos. Ahora no había nada en qué confiar o nadie a quien mirar ni un lugar al cual ir. Se sentó sólidamente y determinado como una montaña, hasta que, luego de 6 días, abrió los ojos ante el lucero de la mañana y se dio cuenta que había estado buscando algo que nunca había estado perdido, ni para él ni para nadie más. Por lo tanto, no había nada qué lograr y ninguna lucha para lograrlo.
“Maravilla de maravillas”, se dice que dijo, “esta iluminación es la naturaleza de todos los seres, y sin embargo estos son infelices por no tenerla.” De este modo, Siddhartha Gautama despertó a la edad de 35 años para convertirse en el Buda, el Despierto, conocido como Shakyamuni, el sabio de los Shakyas.

Por 7 años disfrutó de la libertad de la tranquilidad de la liberación. Al inicio no tenía inclinaciones para hablar sobre sus conclusiones. Sentía que sería demasiado difícil de entender para la mayoría de la gente, pero, de acuerdo con la leyenda, Brahma, jefe de los 3000 mundos, pidió que el Despierto enseñara, ya que habían aquellos “cuyos ojos estaban solo un poco nublados.” Buda aceptó.
(continuará...)

jueves, 11 de mayo de 2017

3 Maneras Simples de Calmar a una Mente Ocupada


Cuando tu mente se llena de demasiados pensamientos, acá tienes 3 maneras sencillas para encontrar un poco de quietud mental.


Resultado de imagen para mente ocupadaCalmar la mente no es lo mismo que silenciarla. Cuando calmamos nuestra mente,ponemos nuestro diálogo mental a un lado- le damos un descanso, de modo que podemos estar alerta, relajados y abiertos al momento frente a nosotros. Experimenta con estos tres sencillos consejos y mira qué puedes notar.

1. Trabaja con tu cuerpo
Investigaciones muestran que hay una relación inversa entre una mente ocupada y estar presente con tu cuerpo. Sólo realiza un escaneo suave de tu cuerpo, desde los dedos de los pies, pasando por las caderas, torso, brazos, cara y cabeza. Nota si hay tensión en algún lugar. Si lo hay, solo deja que se suavice- estira suavemente o ajusta tu cuerpo de un modo que lo logre.

2. Rodéate de verde
si estás en la oficina todo el día o en un área llena de concreto de una ciudad grande, trata de poner más vegetación alrededor tuyo (los invernaderos cuentan si no hay un parque cerca). Encuentra maneras de salir a áreas que tengan más naturaleza. También, si hay luz solar, 20 minutos es algo bueno para tener una mayor resiliencia y sentido de bienestar.

3. Juega
Sí, los juegos no son solo para niños. Jugar es un antidepresivo natural; crea resiliencia, nos ayuda a integrarnos al aprender más. Encuentra formas de jugar. Es saludable para ti, te ayudará a enfocarte más y a ser más productivo- ya sea en el suelo con niños, o haciendo cosas que normalmente no te das permiso de hacer, o viendo un video gracioso. Lo que sea.


jueves, 4 de mayo de 2017

Práctica de Mindfulness: Viendo detrás del Mal Comportamiento


Resultado de imagen para niños conversacion padres
Cuando simplemente sabes que un niño o adolescente necesita ayuda y las circunstancias parecen incómodas, te hacen sentir nervioso, o se siente como si fuera mejor dejárselo a los demás, considera el practicar lo siguiente: “observar el premio” detrás de la conducta de un niño, al llegar a su parte vulnerable que dio pie a la situación en primer lugar. Este punto suave es realmente “el premio”, porque si ayudas al niño o adolescente a mantenerlo con compasión, cosas increíbles pueden aparecer.



1. Establece presencia consciente. Nota sensaciones de ansiedad, incomodidad o frustración que se estén mostrando en tu cuerpo a medida que te acercas al niño o adolescente. Deja que las sensaciones sean tal como son. Respira en base a ellas.

2. Recuerda… este niño está sufriendo, y no eligió esto (e incluso si estuvieran haciendo algo negativo o disruptivo “a propósito” en ese momento, él no se despertó en la mañana con un plan maestro para meterse con todos).

3. Intervén desde el “punto cero” (por ejemplo, deja todo lo que tengas que hacer y enfócate en lo que más importa para esta personita). Intervén así:

  • Viendo la “verdad” (por ejemplo, estableciendo específicamente lo que veas que sucede, sin etiquetas ni juicios: ¿Qué está el niño o el adolescente haciendo?).
  • Diciendo lo que es verdad para ti (por ejemplo, diciendo que estás preocupado y quieres ayudar, dar apoyo, escuchar, etc.).
  • Diciendo lo que es verdad para ellos (por ejemplo, diciendo que no tienes modo de saber lo que se siente para ellos, pero que tienes curiosidad y que estás dispuesto a escuchar sin juzgar o con una sensación de que el niño es “malo”).
  • Siendo la verdad (por ejemplo, escuchando realmente para entender de verdad al niño o adolescente, sin decir nada. También, haciendo acciones que den apoyo, aboguen o den ayuda a ellos; y siendo un modelo de flexibilidad, coraje y compasión con tu propia conducta).


4. Empodera el niño o adolescente, dejándoles saber que tienes confianza de que ellos puedan manejar la situación, que está bien el aceptar ayuda y que siempre tienen a la mano la opción sobre cómo experimentar y expresar lo que es difícil para ellos.