Añadir unas
cuantas pausas a tu día te permite estar más presente, recargar tu mente y
cuerpo, y cultivar el espacio para nuevas ideas. Aquí unos consejos:
- Elige alguna actividad que haces a diario, como caminar hacia tu escritorio o llenar tu botella de agua en el bebedero.
- Mantente presente durante la actividad. Cada día, al caminar hacia tu escritorio o llenar tu botella de agua, convierte ese momento en tu pausa intencional al mantenerte enfocado en la actividad; siente tus pies tocando el suelo, el viento en tu piel, los colores de las paredes, la gente que camina a tu lado, los sonidos que oyes. Nótalos, pero no te dejes llevar por ellos.
- Sé amable con tu mente cuando ésta se desconcentra. Cada vez que tu mente se vaya al futuro o al pasado con remordimientos, listas de cosas por hacer, planes para mañana o juicios, redirige tu atención al momento presente: la experiencia de caminar hacia tu escritorio o llenar la botella de agua. Este redireccionamiento te lleva de vuela al único momento en el que puedes influir: el presente.
El tomarse un tiempo
para notar el momento presente y redirigir tu mente cuando se sale de foco,
entrena a tu cerebro a reconocer cuando has entrado en modo de piloto
automático. El desarrollar este entrenamiento mental de modo diario, comenzarás
a notar cuán a menudo no estás presente para tu vida. En ese “notar” están las
raíces para poder elegir algo diferente. Las pausas intencionales no añaden
tiempo a tus horarios, ¿así que por qué hacerlos un hábito? Lo que llegues a
notar puede asombrarte.
***Traducido de: https://www.mindful.org/whats-working-taking-a-pause-to-lead-with-excellence/
***Traducido de: https://www.mindful.org/whats-working-taking-a-pause-to-lead-with-excellence/